domingo, 1 de noviembre de 2009

“Viajes por el tiempo: el comienzo en desorden preciso”

Estoy en una discoteca de esteras
En una burbuja de bambus y clavos oxidados por Poseidón
El cangrejo cruje y soy feliz, el mundo es un baile y yo un bailarín.
El techo trasluce un cielo veraniego que aun no oscurece
Coca-colas, los ojos brillantes y hermosos de las niñas casi mujeres ninfomanas
Y fantas, serpentinas, betun, nalgas jóvenes, erecto sueño con ser grande.
Un par de personas sentadas en la esquina.

Luego la música y el humo cesan.
Afuera nuestros padres nos esperan sonrientes en sandalias y trajes de baño
Arena, estamos en la playa perfecta
Una fogata, madera húmeda, kerosene que la fuerza a soñar.

Huele a sexo y también a niñez.
Desde cerca
Aproximadamente a 13 añitos terrícolas disfruto la película de mi niñez
En el país de las hadas y la cerveza de victoria y María
El bikini de Inés, y sus dos hermanitas.
Carnaval, globos con agua, mezclas de orín con grasa de pollo, Sillao, orégano, pintura, niñez asesina con amor cruel
Y la elegida para bancarse los mas diversos menjunjes y fluidos corporales
Los cuales todos se los lleva el mar.

Faltan 10 días para marzo
Todos se aferran a granos de arena seca y un verano que comienza a gotear
Conversamos sobre como seria vivir durante todo el año aquí (ahí).
Luego lagrimas, la ultima fogata del verano
La ultima pesca mañosa de mi niñez

Ahora es un nuevo puto primer día de clases
Uniforme que asfixia, religión, ponerse de pie, profesores, claxons, mierda.

Estoy feliz viendo gotas de lluvia dibujar en la pared del tiempo
Relámpagos, mis amigos queridos
No hay chimenea ni leños pero no hacen falta.

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