jueves, 3 de junio de 2010

“Mancha blanca sobre tu muslo”

El ave de rapiña que guardo en el pecho
Aterriza en tu hombro derecho para susurrarte
Palabritas y palabrotas
Que activan tu cascada viscosa de tanta vida

En la palma de una mano
Tienes una glándula pineal
Tallada en amatista
En los tobillos de tus pies
Dulces cuerdas de cáñamo recién cosechado
Que te atan a un taladro de células.

Las figuras que el vino revela en las sabanas
Luego de aterrizar sobre tu barriga para sentir
Y cubrirte de sudor
Son un cuadro que mi magma compuso para esta noche sin estrellas

Los dioses se empujan entre si
para espiar nuestra disolución conjunta
ellos nos contemplan
como un Hombre a las estrellas.

En la orgia los ángeles cambian sus alas
Por las sabanas húmedas de nuestro amor

En tu ataúd resplandeciente
De juventud y pasión
Yace mi último suspiro mojado
Mi último sueño caliente
Mi último aliento goloso.

Me he quemado los dedos y la boca
Chocolate blanco de fervor
Abre llagas que fuman en mis viseras
Instalo mi cielo negro de nubes cargadas
A mitad del túnel llamado mañana.

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